La Tzedaká es una de las mitzvot más importantes
La Tzedaká libra de los malos decretos incluso la muerte
La Tzedaká libera y protege de todo mal
צדקה – Tzedaká
La Tzedakáh es una ordenanza de la Torah muy importante para apoyar a los necesitados y al estudio de Torah: “Abre tu mano a tu hermano necesitado (Devarim. 15,8) “Procúrale los medios para subsistencia” (Vaikrá 25,36)
La generosidad y bondad es una característica de los descendientes de Abraham Abinu que Hashem alabó de la siguiente forma: “Yo ordenaré a tus hijos para hacer tzedakáh” (Bereshit 18,19) Se duda del origen de las personas crueles que no apoyan esta bondad. Ignorar la mitzváh de tzedakáh equivale a renegar a Hashem y a practicar idolatría. Esta mitzváh tiene el poder de anular malas sentencias, de proteger de la muerte y de apartar del Guehinam.
Todo aquel que se apiada de los pobres atrae sobre si mismo la Misericordia – Rajmanut- divina. Debemos pensar del mismo modo en que nosotros pedimos a Hashem en todo momento por nuestra manutención y y deseamos que Hashem nos atienda, así nosotros debemos escuchar el llamado de los pobres, sus necesidades y el estudio de la Torah. Debemos comprender que el dueño real de nuestros bienes es Hashem, estos no nos pertenecen. Están en administración con nosotros y Hashem nos confía estos bienes para procurarnos el mérito de hacer bondad al mundo para tener mérito en el mundo venidero – Olam habá.
El que se niega a gastar dinero para la Tzedakáh se verá obligado a gastarlo por causa de una enfermedad o una pérdida.
El que se ocupa de obtener un donativo para otra persona tiene aun más mérito que el donante, pues realiza una doble acción: Favorecer al beneficiario y procurar el mérito del donante.
La suma mínima que se debe apartar para la Tzedakáh es el Maaser – décima parte de nuestros ingresos.
םעשר – Maaser
Nuestros Jajamim nos enseñan (Talmud tratado de Shabat 119a): “Si quieres enriquecerte, aparta el maaser (el diezmo – la décima parte de sus ingresos) para una causa sagrada”. En hebreo las palabras riqueza y “diezmo” son “homónimas”.
Los Jajamim comentan que en lo único en lo que está permitido poner a prueba a Hashem es en el tema de Tzedaka y Maaser, Hashem dice: “Traigan sus tzedakot y el maaser y verán que abro las cataratas del cielo para darles a ustedes bendición sin medida. (Makiah 3)
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